domingo, julio 19

En tu último grito, el placer de tu sangre...


Como niño a caramelo acudió al hogar:

''pasa, pasa'' incitante chica de ojos rojos ofreció.


Se oían gritos procedentes de dentro, alguien moría torturado.

La mujer desgarró la ropa del chico a arañazos, rasgando la piel que se interpusiera.

Cortes profundos se abrían en la piel tan blanca...

Puso su mano en sus labios, i con la uña del pulgar le corto el labio, y cuando empezó a salir sangre, la mujer le besó bebiendo de aquel alimento caliente que le ofrecía el placer.


Fue repitiendo el proceso por diferentes partes del cuerpo, dejando al chico con latidos en susurros...

Le dio la muerte más digna de su mente, una muerte de placer.

La mujer le dejó con suficiente aliento para sentir, ver, y gritar.

Le dio a probar el mayor gozó entre sábanas color carmín.


El chico se retorcía en gemidos, agarrándose a todo aquello que alcanzara, pues no podía ni colocarse. El sudor le embriagaba el cuerpo y su interior ardía en fuego que no quemaba, sino que congelaba de anhelos a la piel ajena que le envolvía.


Gemido, grito, calor, placer, gozo, fuego helado...

En su último grito de clímax la mujer desgarró su cuello hasta entonces intacto, clavando sus colmillos en él, en aquel sabroso gusto que penetraba en su cuerpo dándole el punto del quinto paraíso en un infierno de placer.



... imaginas muerte mejor?

No hay comentarios:

Publicar un comentario