domingo, julio 19

Lupus


Posada en mi ventana, cada noche observo la gran luna ante mis ojos, con una tenue sombra adorándola. Y canto los recitales de sus nanas.

Su vida es la noche, de corazón muerto a la luz.

Supe un día que deseaba él mi protección, solo quería verme cerrar los ojos en cada crepúsculo, acostarme con la brisa que roza su pelaje.

Canta bajo la luna nanas adormecidas, su apetito no se sacia.

Es un ser que desaparece de este mundo, pues nadie cree su presencia.

Sus ojos tristes, buscan presas, buscan lo real, mentes creyentes.

Constantemente se repiten sus palabras: “calla, no te van a creer... “

Un lobo, capaz de adoptar forma humana, de cálida mirada.

De aspecto feroz enternecido por el majestuoso pelaje, resplandeciente ante la luz de la luna, creando destellos a juego con sus claros ojos.

No le temais.

Lucha por conseguir aquello que un día vió perdido; sonrisas ante la verdad, caricias que cesaron con el tiempo, el amor de todo corazón.

Es doloroso verle aullar cada noche bajo la luna, donde llora y susurra sueños perdidos.

Acabaré por secarle esas lágrimas del rostro,

una noche no muy lejana...

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